La sequía que padece España tras tres años consecutivos con menos lluvias de lo normal golpea especialmente al centro de la Península. Los embalses de la zona nunca habían tenido un nivel tan bajo. En concreto, hay que remontarse hasta 1995 para encontrar una situación parecida y una de las comunidades más afectadas es MADRID, que entre eso y que no tienen mar (NI PLAYA) hacen que la situación empiece a ser insostenible. “Nos estamos duchando con saliva”, decía una señora vecina del barrio de El Pilar. Por eso el Gobierno ha recurrido a nuestra región, Asturias, para conseguir el agua que necesitan allí.
La respuesta del Principado no se ha hecho esperar. Y ha sido “ahora NO”… pero “mañana TAMPOCO”. Los asturianos nos mostramos reacios, pero no por falta de solidaridad: “Cagon mi madre, si solo tenemos 3 cosas: Sidra, agua y paro… ¡y encima nos quiten una!” comentaba Braulio el de La Campeta, hombre de gran facilidad de palabra.
Toñín, un cabrero de Llanes, era de la misma opinión aunque introducía una variante: “Yo propongo un trueque… EL AGUA POR CHOCOLATE CON CHURROS. ¡Y si cae alguna prejubilación bienvenida sea!”.
Y es que Asturias no tiene garantizado el suministro del chocolate con churros, pero agua hay como «pa una boda». Además, incluso si la sequía llegase a ser extrema también aquí, existe una opción alternativa propuesta por el Principado, la llamada OPERACIÓN NASA. “Lo que facemos básicamente ye lanzar al espacio con un tirachinas a Bernardo, un ex picaor de Hunosa con los brazos como una ñocla. Una vez arriba empieza a dar hosties a les nubes produciendo la lluvia”. Fuentes consultadas no saben si es el impacto contra el hidrógeno el que produce el agua o si las nubes lloran acojonadas al ver a Bernardo. PERO FUNCIONA.
La propuesta está encima de la mesa. Si Madrid quiere nuestra agua que suelten el chocolate con churros. Aunque también nos valen callos, buñuelos… ¡o PERRES!