Cuidado. Con tan solo tres sílabas puedes pasar siete horas en un calabozo y ser alejado de tu domicilio durante cinco días. El último ciberlitigio cometido por WhatsApp lo ha protagonizado un joven que, tras discutir con amigo suyo de León a través de la aplicación, finalizó la conversación con un: «Que te abraso, cazurru». El leonés replicó con un: «Vete a la mierda«, en la que sustituyó la palabra «mierda» por un emoticono.
Tras la supuesta y acalorada conversación, este natural de Benavides decidió finalmente denunciar a su amigo de Mieres. Tras pasar siete horas en la celda, el asturiano fue enviado directamente al Juzgado número uno de Violencia sobre los cazurros de Castilla y León. Allí, el juez condenaba al protagonista a «una pena de localización permanente en domicilio diferente y estar alejado de la víctima durante cinco días». Además de deber pagar las costas procesales.
Según el juzgado, se trata de un «delito leve de injurias y vejaciones en ámbito familiar». Una condena basada únicamente en el mensaje descrito, sin tener en cuenta ninguna otra conversación ni circunstancia.
El asturiano se defendió aludiendo que para él llamar “cazurru” a uno de León era tan común como beber sidra o desayunar fabada, se podía considerar una costumbre ancestral de su pueblo. Parece ser que el juez era natural de Boñar y no se tomó la consideración con mucho agrado, lo que pudo afectar a la condena final.
El asturiano también alegó que el de León le había mandado a la mierda y había quedado sin castigo. Pero según el juez “el haber usado un icono mitigaba el impacto del insulto”. Esto no sentó muy bien al asturiano, que rápidamente le contestó: “Pues nada, voy a llamar cabrón a tu padre… pero con el icono del demonio para mitigarlo”. Las risas de los presentes fueron estruendosas así como los aplausos, incluso la brillante ocurrencia le ha abierto las puertas del mundo de la comedia a este simpático asturiano, que comenzará su carrera como monologuista con una gira por Blimea… inmediatamente después de que salga de Villabona.