Intenta pagar en Casa Gerardo con la tarjeta de puntos del Alimerka

La Policía Nacional ha detenido a Avelino Antuña, un hombre de 39 años de la localidad de Mieres, por intentar pagar en Casa Gerardo con la tarjeta de puntos del Alimerka.

Los hechos sucedieron esta misma semana cuando, según ha indicado la policía en una nota de prensa, el detenido apareció por el mítico restaurante asturiano solo y aparentemente borracho. Después de sentarse y limpiarse los mocos con la sevilleta fue atendido por uno de sus dueños, Marcos Morán, que rápidamente se dio cuenta del lamentable estado del hombre.

Avelino pidió ostras y cuando le preguntaron por la cantidad deseada, el extravagante cliente contestó que 4. Cuando llegó el plato con 4 unidades, Avelino berreó entre ostensibles aspavientos: “¿¿4 ostres?? ¡¡Dije 4 kilos!! ¡Será por perres!” Marcos obedeció sin rechistar a pesar de que el precio de los 4 kilos pasaba de los 1.000 euros.

Avelino siguió luego con dos kilos de merluza del pinchu, caviar, cordero lechal y una botella de vino valorada en 450 euros que mezcló con coca-cola para hacerse un calimocho.

Pero la tragedia sobrevino cuando una vez terminada la cena y al preguntarle el dueño cómo iba a abonar todo aquello, Avelino sacó la tarjeta de puntos del Alimerka: “Tarjetina de puntos si tengo, vida”. La gente del lugar no daba crédito. “Y pilla 3 puntos de propina, artista”, remató el mierense. Marcos intentó hacerle comprender que esa no era moneda de pago en Casa Gerardo por lo que Avelino sacó también la del Día, la del Pryca y el carnet del videoclub Íñiguez, a ver si alguna colaba.

Finalmente los dueños del local, hartos de la situación, llamaron a la guardia civil que se personó allí y le realizó la prueba de alcoholemia a Avelino, el cual cogió el alcoholímetro y soplando interpretó 2 canciones de Hevia y una versión acústica de Despacito. Nadie bailó.

Tras la detención, los agentes consultaron en los establecimientos cercanos, averiguando que Avelino también había intentado engañar a un vendedor de la ONCE. Avelino alegó en su defensa: “ciego voy yo, fiu…” Se espera que este sea solo un hecho aislado y que el creciente consumo de alcohol de estas fechas no dé lugar a más rocambolescos pagos.

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