«Sí, ye verdá, soy adicta a les casadielles».
La popular cantante llegó a comer hasta tres docenas diarias del dulce asturiano. Así lo confesaba la propia Miley, entre lágrimas, en una entrevista concedida a Justo Braga para su programa “Vidas Públicas, Vidas Faltosas”.
Su adicción por las casadiellas, tuvo el origen a la tierna edad de 9 años, cuando trabajaba con Susana Show en TeleOviedo y aún era conocida como «Xana Monteana». La pequeña Xana estaba rodando un spot publicitario, y en un plano, tenía que comerse uno de los dulces. La grabación sufrió una serie de complicaciones, se repitieron muchas tomas, y Milley terminó comiendo más de dos cajas antes de terminar el spot.
Hoy en día, la cantante consume tales cantidades de casadiellas que tiene prohibido conducir un coche. El anís que contienen, la hicieron dar positivo en varios controles de alcoholemia. Para combatir su adicción, Cyrus pasó 6 meses en una clínica de desintoxicación de Valdevimbre, y probó ya todo tipo de terapias: psicoanálisis, hipnosis, caramelos de la Santina… incluso la sustitución por el sexo. Pero con ninguna de ellas obtuvo resultados, y en el caso del sexo, fue un verdadero desastre:
“No valió pa nada, y encima pillé fama de gocha. Porque cuanto más sexo practicaba, más casadielles comía. La cama quedaba hecha un Cristo y les sábanes llenes de nuez y azúcar. Porque claro, después de cada polvo solo podía pensar en una cosa… la casadiella de después de follar.”