CONGELADO. Así quedó CURRO LÓPEZ cuando decidió bañarse en una playa asturiana. Se calcula que vivió hace 3.000 años y ahora se expone en el museo del MUJA hasta Septiembre.
Según se ha revelado a partir del análisis de su ADN, Curro habría venido a Asturias siguiendo un movimiento trashumántico muy habitual de la época. O eso, o una despedida de soltero. Entonces decidió darse un baño a pesar de que sus amigos habrían intentado disuadirle. Pero él les contestó altivo: “Ozú, quillo… ¡zi he toreao diplodocus!”. Las imágenes tuvieron que ser dantescas, Curro se lanzó al agua y empezó a hacer muecas de sufrimiento, como si chupara un limón. Luego sus testículos se volvieron canicas, alojándose cerca del bazo. Y en cuestión de segundos, Curro ya era un FLASH de coca-cola.
NO ES EL ÚNICO CASO.
Curro no es el único ejemplar de “sureño” localizado en ese estado en el mar Cantábrico. Hace tres meses, unos pescadores de Llanes encontraron a un tinerfeño congelado mordiendo un pulpo. Prestigiosos expertos determinaron que se trataba del típico tinerfeño cazador de pulpos del siglo IX.
Ante esta alarma social un grupo de científicos asturianos consideraron que, mejor que descongelar a CURRO, se le debía de exponer en el Muja para dar ejemplo. “Todos los años acuden miles de personas así, tan sin cepillar”, dijo uno de los científicos. Según explicó: “Ven el sol y se bañan sin ninguna precaución. Ilusos, ¡que esto ye el Cantábrico, ho!”
Pero no todo iba a ser malas noticias para Curro. Desde aquí se le quiere mandar un mensaje de tranquilidad a la familia. Curro está vivo. Congelado pero vivo. Además BALAY le acaba de contratar como imagen de marca de sus frigoríficos. Felicidades, pisha.