La madrugada del pasado domingo 4 de febrero Joaquín Noval Camín, vecino de Siero, era sorprendido por su mujer saliendo del conocido prostíbulo asturiano.
Al ver a su esposa, de forma instintiva, Joaquín sacó su teléfono móvil y empezó a jugar compulsivamente al Pokemon Go, la app superventas de Nintendo que arrasa en todo el mundo.
“¡¡Puto bicho!! ¡¡¡Ven aquí cabrón!!! ¡¡¡Ahora si que no te me escapas!!!”
La mujer no daba crédito a la escena que presenciaba y, con más razón que una santa, comenzó a golpear a su marido con el bolso a una velocidad imposible de describir para este redactor.
A pesar de las andanadas de golpes, Joaquín mantenía intacta su versión de los hechos: un escurridizo pokemon de tierra llamado “Ximielgu” se encontraba en el interior del Model´s, y ese y solo ese, era el motivo de su presencia en el establecimiento.
Para dar algo de credibilidad a la explicación de Joaquín, este medio trató de hablar con Nintendo pero no obtuvimos respuesta alguna. La compañía nipona guarda celosamente la ubicación de las criaturas de su app y parece que ningún conflicto familiar va a lograr desvelar sus secretos.