La tecnología continua causando estragos, y problemas de circulación, en el concejo de Onís. Si durante las últimas jornadas una supuesta vía fantasma sembraba el caos entre los usuarios de Google Maps; hoy, la misma aplicación, producía un impactante suceso en uno de los lagos de Covadonga.
Hablamos de una situación realmente surrealista. A.L.C, un madrileño de 39 años, decidió seguir fielmente las indicaciones del navegador de Google y terminó sumergiendo su coche en las aguas del lago Enol.
¡Estos foriatos tan como burros! Pero una cosa ye comer les andariques con cubiertos y otra meter el coche en el agua. ¡Home nomejoder! ¡Si ye más tontu peina bombilles, oyisti!»
Declaraba un vecino local, testigo de los hechos. El «intrepido» conductor, que iba en busca de una ruta escénica por la zona, confió ciegamente en las instrucciones de su GPS y terminó literalmente calado hasta la cintura. Además, lejos de reconocer su error, el turista culpaba del incidente al gigante tecnológico.
A ver… eg que a mi esto… eg la primera vez que me pasa, ¿sabes? Ahora mismo abro una incidencia con mi account manager para tener una call. ¡Se van a cagar!».
El accidente, y la imagen que acompaña este artículo, se hicieron rápidamente virales en redes sociales. Una repercusión que llegaba hasta las oficinas de Google en Silicon Valley, California. El CEO de la compañía, Sundar Pichai, dejaba estas declaraciones en un comunicado oficial:
Sabemos que, en determinadas circunstancias, nuestros productos aún pueden cometer errores. Pero trabajamos duro para mejorarlos y hacerlos accesibles a todos los dispositivos y usuarios, ¡incluso para los madrileños! Para todos ellos, nos gustaría aclarar que SÍ, que Google Maps es un «NAVEGADOR», ¡pero no deberías usarlo sobre el agua! ¡¡BOBOROLO!!
