¿Quién no ha visto el anuncio de las galletes CHIQUILÍN alguna vez? Ese anuncio en el que la madre manda al hijo a por cereales, huevos y miel y el guaje trae una caja de les susodiches galletes. ¡Que no trae marañueles o casadielles, no! ¡Que trae galletes Chiquilín! Pero lo más sorprendente ye que la madre en vez de abrasalu, lo que fae ye reise y felicitalu. ¿¿Cómo ye ho?? Meca, si ye mi madre lánzame la ZAPATILLA que me cambia los dientes de leche en dos segundos…
Pero vamos a analizar más detenidamente el anuncio. Primero: el guaje va a hacer los recaos de la madre… ¡en patinete! ¿Qué vas a comprar o a entrenar pa les olimpiades? Que te mandó tu madre a los recaos, ¡eso ye sagrado! Tu madre date amor, cariño, la teta… ¡regalate el SCALEXTRIC! Y solo te pide una cosa. Que apruebes todo y que bajes a comprar cada 15 días. Ten un poco de respeto, coño.
Y espera, que llega y deja el patinete en la entrada. ¡Pa que llegue el padre despistau y se hostie! Si ya ibes a llevales por lo de les galletes, imagina ahora. Tu PADRE era el único que podía mediar en esto y ahora ta en suelu recogiendo los piños en una bolsa quicos. Mal asunto.
Pero detengámonos en el nivel de chulería del criu: entra, toca-i la cabeza al hermanu en plan: “soy un gallu”, luego le guiña el ojo… ¿Por qué? ¡Porque está crecido, ye el MESSI de la desfachatez! Algo sabe que se nos escapa, no me jodas. Porque yo liaba una así a mi madre y lloraba tanto que aparecía un paisano de barba y empezaba a meter animales en un arca.
Pero lo peor todavía ye la cara del guaje. Porque con esa cara que tien, fijo que le pones un pichón en les manes y cebalu por culo. Esti en VENTANIELLES dura menos que una tarjeta black en manos de Rato. Y a todo esto, el hermano también que ye un exagerau de la virgen. Porque ojo a los gestos que fae, como si los fueran a ejecutar al amanecer. Hombre, solo trajo una caja galletes, no ye que venda droga…
Y ahora el momento clave: la madre que ve el engañu, se percata de la tomadura de pelo y… ¡empieza a reise! ¡Pero ni duda! ¡Ni se sorprende! ¿Qué yes una madre o un testigo de Jehová? ¿A qué bien esa pachorra? ¡Que se acaben de reir de ti, fia! Nah, ya si tal mándalu a por manzanes y que te traiga una CAJA SIDRA y un escanciador cubanu…
Y pa rematar… ¡les galletes comeles él! Y ojo a la mirada final del guaje hacia el infinito, como de vencedor, pensando: “la próxima vez liola más gorda”. Porque esa ye otra: si le permites esto, ¿cuál será la próxima? ¿meter el gatu en la lavadora? ¿atracar un LIDL? ¿No renunciar al tu escañu en el Senado?
Pa rematar: la conclusión lógica que se deriva de todo esto ye que el rapaz no ye asturianu. Porque en Asturies tú no i-vaciles así a tu madre. Porque en Asturies un guaje baja a por cereales, huevos y miel y sube cereales, huevos y miel, un quesu de cabra, el Diez Minutos y aspirines… SI NO QUIER PROBAR LA ZAPATILLA.