Eran las 21:10 de la noche cuando Purina Antuña Rendueles, natural de Noreña, se encontraba ya próxima a finalizar su turno. Durante la tarde, según varias compañeras de trabajo, ya había mostrado algunas quejas y muestras de fatiga tanto física, como sobretodo mental:
«¡¡Maite!! ¡¡Cómo suene otra vez la cancioncina voy a facer una locura!! ¡¡Esto ye peor que lo que sufren los morucos en Guantánamo!!» Advertía Purina a la encargada del supermercado.
No era la primera vez que la carnicera expresaba su malestar por tener que escuchar una y otra vez el conocido jingle de la cadena de supermercados asturiana. Los más veteranos ya la habían advertido, es una profesión dura, y algunos de ellos usan trucos caseros como introducir trozos de carne picada en el conducto auditivo. Pero Purina, irónicamente, hacía «oidos sordos» de estos consejos y ayer acabó sufriendo las consecuencias. La paciencia de la carnicera estaba al límite, en sus 8 horas de turno había escuchado la canción más de 40 veces. Y solo tuvieron que sonar un par de notas musicales para que la mujer cogiera con decisión un cuchillo chuletero y «cortara por lo sano». Algunos testigos presenciales escucharon como instantes después al suceso, una Purina más relajada charlaba cordialmente con una cajera.
-«¿Mancástete Puri?»
-«Un poco… pero ay fía… ¡quedé en la Gloria!»